¿Que harás de tu vida? Dejarás que el tiempo lo decida o lo decidirás con tu propio destino.
(Anónimo)
Seguro que lo siguen creyendo, armados hasta los dientes y propensos a dar batalla ante un nuevo duelo contra...el Guasón. La historia se repite. Los fanáticos malhechores parecen tomarse todo demasiado a pecho y arremeten a pura furia bajo los influjos del 3D. Antes, no hace mucho, Jim Jones creía ser dios y se llevaba consigo miles de vidas gracias a su pócima salvadora, David Koresh aguanto a balazo limpio un par de semanas desde su guarida en Waco hasta el trágico desenlace, Eric Harris y Dylan Klebold reventaron a escopetazos a sus compañeros de escuela en el Columbine High School para luego quitarse la vida, Tymothy Mc Veigh detonó un camión bomba frente al edificio federal Alfred P. Murrah dejando un saldo de 167 muertos (entre ellos niños) e infinidad de heridos, Marshall Applewhite, fundador de la secta Puertas del Cielo decidió, al igual que Jones, envenenar a sus seguidores (en total 39) y pasar a mejor vida.
La lista es interminable. Los Norteamericanos parecen estar acostumbrados a estos cimbronazos poco felices. Siguen creyendo que portar un arma es una salida obligada ante semejantes males. No se puede esperar otra cosa de una sociedad que poco tiene que decir cuando sus representantes infligen toda clase de abusos en otros países en pos de "seguridad".
James Holmes acaba de escribir un capítulo mas en esta saga que parece no tener fin y ellos, los que proclaman la libertad en tierras del sueño Americano, refuerzan una teoría que poco parece servirle (excepto para la Asociación Nacional del Rifle). Lejos quedaron las consignas anticomunistas y la guerra fría. En tiempos de terrorismo los que siguen ganando por varios cuerpos son ellos.
Por lo pronto, mejor es seguir leyendo a Patoruzú.
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