Segundos

En cuestión de segundos un mínimo movimiento cambiará, en forma definitiva, el curso y los designios del mundo. Hablando hipotéticamente puede que las balas y/o bombas detengan su marcha, que una lágrima deje de regar la tierra o que el dinero no compre la felicidad. Puede que se vendan menos autos y propiedades y explote la demanda de alimentos, que quiebren los bancos y no los huesos de algún famélico o que el rigor de las obligaciones se entierren no en murallas o torres de concreto sino en tierra húmeda con olor a libertad, cediéndole el paso a las realizaciones personales, que fortifican el espíritu de una vida única e irrepetible.

La revelación

Cuando Ricardo Marchini cumplió diez años de edad, sintió que la hora de la verdad había llegado.
-Vamos, Leo -dijo-. Tenemos que hablar.
Y se marcharon, calle arriba, los dos. Anduvieron un buen rato por el barrio Saavedra, dando vueltas, en silencio. Leonardo se detenía mucho, como tenía costumbre, y después apuraba el paso para alcanzar a Ricardo, que caminaba con las manos en los bolsillos y el ceño fruncido.
Al llegar a la plaza, Ricardo se sentó. Tragó saliva. Apretó la cara de Leonardo entre las manos y, mirándolo a los ojos, largó el chorro:
-Mirá Leo perdoná que te lo diga pero vos no sos hijo de papá y mamá es mejor que lo sepas Leo que a vos te recogieron de la calle.
Suspiró hondo:
-Tenía que decírtelo, Leo.
Leonardo había sido encontrado, cuando era muy chiquito, dentro de una bolsa negra de la basura, pero Ricardo prefirió ahorrarle esos detalles.
Entonces, regresaron a casa. Ricardo iba silbando. Leonardo meneaba el rabo, saludando a los amigos: los vecinos lo querían, porque él era marrón y blanco, como Platense, el club de fútbol del barrio, que casi nunca ganaba.

Cuento del libro "Bocas del tiempo" de Eduardo Galeano.

Desenlace

¿Y si el cortejo fuera brindado para tí?
¿Si los que van y vienen no hacen mas que girar sus cabezas
estacadas para observarte?
¿Que les has hecho?
¿Pensarás entonces en esa osadía que llevas
reprimida desde hace tiempo?
¿Desearías verlos muertos a pesar
del desenlace?
¿Te quedarías para observarlos?
Mírate de una buena vez
y brindemos por lo ocurrido.

Cuando gritaron las serpientes. NDD 1992. Sin publicar.

Recuerdos I

En un año tremendamente politizado bienvenido el arte. Uno en su vida tiene su propia banda de sonido, Rush significó personalmante abrirme a un mundo diferente, lejos del bodrio posterior que compuso a lo largo de los 90´s. Me remito al 82´con apenas 12 años y tener en mis manos aquel disco de tapa rara y banda desconocida que terminó por abrirme la cabeza (no se si para bien o para mal) Puede que no les signifique nada, pero denle una oportunidad a estos tres tipos que con poco han sabido armarse un mito dentro de mi cabeza.
BAJAR