Coopertoners

viernes, 27 de enero de 2012

La piedra azul


Ciudad de Goiania, Brasil, setiembre de 1987: dos juntapapeles encuentran un tubo de metal tirado en un terreno baldío. Lo rompen a martillazos, descubren una piedra de luz azul. La piedra mágica transpira luz, azulea el aire y da fulgor a todo lo que toca.

Los juntapapeles parten esa piedra de luz. Regalan los pedacitos a sus vecinos. Quien se frota la piel, brilla en la noche. Todo el barrio es una lámpara. El pobrerío, súbitamente rico de luz, está de fiesta.

Al día siguiente, los juntapapeles vomitan. Han comido mango con coco: ¿será por eso? Pero todo el barrio vomita, y todos se hinchan, y arden. La luz azul quema y devora y mata; y se disemina llevada por el viento, la lluvia, las moscas y los pájaros.

Fue una de las mayores catástrofes nucleares de la historia. Muchos murieron, y muchos más quedaron por siempre jodidos. En aquel barrio de los suburbios de Goiania nadie sabía qué significaba la palabra radiactividad, y nadie había oído jamás hablar del Cesio-137. Chernobyl resuena cada día en las orejas del mundo. De Goiania,nunca más se supo. En 1992, Cuba recibió a los niños enfermos de Goiania, y les dió tratamiento médico gratuito. Tampoco este hecho tuvo la menor repercusión, a pesar de que las fábricas universales de opinión pública siempre están, como se sabe, muy preocupadas por Cuba.

Un mes después de la tragedia, el jefe de policía federal en Goiás, declaró:

—La situación es absurda. No existe ningún responsable por el control de la radiactividad que se una con fines medicinales.

Eduardo Galeano.

lunes, 23 de enero de 2012

Cuando un Anarquista puso de rodillas al Citybank



Lucio Urtubia nació en Cascante (Navarra, 1931) en una familia muy pobre de cinco hermanos. Su padre entró en la cárcel como carlista y salió convertido en comunista. A los 19 años, Lucio oyó de su boca por primera vez la palabra que marcaría su vida: «Si yo naciera otra vez, sería anarquista».

Reclutado para el servicio militar, descubrió muy pronto la facilidad para realizar contrabando en la frontera hispano-francesa. Con otros compañeros del servicio, desvalijó un almacén de la compañía a la que estaba adscrito. Al ser descubierto, desertó y huyó a Francia en 1954, ya que los delitos cometidos podían llevar aparejada la pena de muerte.

En París trabajó de albañil, oficio que desempeñaría durante gran parte de su vida. Comenzó a relacionarse con las Juventudes Libertarias de la Fédération Anarchiste, en principio para aprender el idioma, pero más tarde plenamente convencido por las relaciones que allí inició, que incluían entre otros a André Breton y Albert Camus.

Al poco tiempo de vivir en París se le pidió que escondiera a un miembro del maquis antifranquista en su casa. El refugiado era Quico Sabaté, máximo exponente de la guerrilla urbana en Cataluña, con el que compartió casa durante varios años, hasta la muerte de este:
Para Lucio, Quico era su dios, su maestro del anarquismo.
Bernard Thomas

Sabaté le facilitó direcciones de familias exiliadas en Toulouse, Perpiñán y París, así como de miembros de la antigua CNT española que seguían en activo en Barcelona, Zaragoza, Madrid y Pamplona. Urtubia, ante la detención y encarcelamiento de Sabaté, empezó a emularlo, realizando incursiones en territorio español; posteriormente emprendió una serie de robos y atracos por Europa con objeto de conseguir fondos para la causa revolucionaria. Más tarde abandonaría estas actividades «por miedo a hacerle daño a los empleados de los bancos».

Anteriormente había comenzado su actividad de falsificador, proveyendo de documentos falsos a una gran cantidad de guerrilleros y exiliados. En la década de 1960, conjuntamente con otros exiliados, inició sus actividades de falsificación de moneda con la que financiaban a numerosos grupos por todo el mundo, a la vez que procuraban desestabilizar las economías capitalistas. Subsecuentemente con estas actividades, en plena invasión de la Bahía de Cochinos, propuso a la embajadora de Cuba en Francia, Rosa Simeón, la destrucción con explosivos de intereses estadounidenses en Francia, a lo que esta se negó. Sin embargo, resultó tentada con la propuesta que le hizo de falsificación masiva de dólares americanos, de los que le llevaba una muestra. Fue entonces cuando la embajadora medió para presentarle a Ernesto Che Guevara en 1962, a la sazón Ministro de Industria de la Revolución Cubana, al que presentó su plan de falsificación a gran escala de dólares, plan que rechazó. Este encuentro supuso una gran decepción para Urtubia, ya que el Che le comentó durante el transcurso del mismo su opinión de que los EE. UU. seguirían siendo ricos a pesar de todo, lo que interpretó como una señal de que el argentino empezaba a estar cansado del rumbo que tomaba la política en la isla.

La acción subversiva más importante de cuantas realizó fue la falsificación de cheques de viaje del banco estadounidense First National City Bank (actual Citibank) en la segunda mitad de la década de 1970. Realizó 8.000 hojas de 25 cheques de 100 dólares cada uno, un total de veinte millones de dólares, lo que estuvo a punto de hacer quebrar al banco, que sufrió una importante caída en su cotización en bolsa. Este dinero fue utilizado para financiar distintos movimientos guerrilleros en Latinoamérica (tupamaros, montoneros, etc.) y Europa. Los titulares de prensa en España le dieron el apelativo de «el bandido bueno» o «el zorro vasco».3 Fue procesado y encontrado culpable de un delito de falsificación, por el que fue condenado a seis meses de cárcel. Para su defensa contó con la ayuda de un buen número de abogados progresistas de Francia y la pena se fijó tras llegar a un acuerdo extrajudicial con el banco, que aceptó retirar gran parte de los cargos a cambio de las planchas de grabación.

A lo largo de su vida participó en un gran número de actos contra el sistema capitalista que supusieron que se dictaran en su contra cinco órdenes internacionales de búsqueda, incluida una de la CIA. Destacan la participación en la preparación del secuestro del nazi Klaus Barbie en Bolivia, la colaboración en la fuga del líder de los Panteras Negras, la intercesión en el secuestro de Javier Rupérez o su colaboración en la fuga de prisión de Albert Boadella, que se encontraba en espera de un juicio por un delito de injurias al Ejército. Además simpatizó con los Grupos Autónomos de Combate-Movimiento Ibérico de Liberación y con los posteriores Grupos de Acción Revolucionaria Internacionalista (GARI), manteniendo una especial relación con uno de los miembros más destacados de estos últimos, el francés Jean-Marc Rouillan.

Siempre defendió el trabajo: «somos albañiles, pintores, electricistas, no necesitamos el Estado para nada»; «si el paro y la marginación crearan revolucionarios, los gobiernos habrían acabado ya con el paro y la marginación». Actualmente continúa viviendo en París de su trabajo de albañil.

Fuente: Wikipedia

domingo, 15 de enero de 2012

La verdadera historia sobre Los niños de Dios


El último procedimiento realizado contra La Familia (o los niños de Dios) en la Argentina, en Diciembre de 1993, pareció haber abierto una terrible caja de Pandora. Abuso de menores, secuestro, prostitución, toda una lista de delitos por los cuales se los procesa, con detalles tan increíbles como escalofriantes. En todos los países en donde operaba la secta han habido denuncias y reacciones de todo tipo. Se los acusó de obligar a sus miembros a prostituirse para ganar nuevos adeptos e infiltrarse en las esferas del poder. Ellos negaron todo tipo de acusaciones sosteniéndo que fueron víctimas de una persecución religiosa que alcanzaría los niveles de una moderna inquisición.
En el libro "La Familia, la verdadera historia de Los niños de Dios" se encontrarán documentos internos y testimonios de ex miembros de la secta, trabajo que le ha costado a su autor mas de veinte años de investigación. Allí se descubrira cómo operaban y cuales eran sus verdaderas intenciones tanto en Argentina como en el resto del mundo. Quedará claro que sus seguidores habrían sido víctima de un psicópata alcohólico con ansias de poder.

La Familia, la verdadera historia de los niños de Dios. José María Baamonde. Editorial Planeta. 1993.