Me hubiera gustado ver a los Sex Pistols cerrando las olimpíadas, en medio de toda esa parafernalia tecnológica que (dicen) simboliza el espíritu del deportista amateur. Capaz que nos toman por pelotudos (aunque a decir verdad me parece que lo somos y no queremos aceptarlo). Pero me lo imagino a Rotten levantando el ceño mientras escupe: " El sueño del futuro es un plan de compras...Yo quiero ser el anticristo en esta ciudad. Resistiendo al Movimiento para la liberación de Angola, resistiendo al ejército de defensa del Ulster, resistiendo al ejército republicano Irlandés, pensé que era otro país, otro arrendamiento del parlamento. Quiero ser un anarquista"...
La realidad es que pusieron (o lo pusieron de prepo al pobre) a John Lennon en pantalla gigante cantando "Imagine". Posiblemente haya sido una joda de mal gusto. La realeza Británica homenajeando a un hijo mal parido que se cansó de protestar por las atrocidades cometidas en su país. De los presentes, nadie imaginó un mundo mejor. Ya no. Lennon o Marley no pensaban en ganar o perder, en medallas de oro, plata o bronce. Pensaban, ni mas ni menos, en poder cambiar un poquito este mundo aunque sea con sus canciones. Tal vez ayer, desde algún punto perdido de las islas, alguien estaría riendo a carcajadas. Ese que alguna vez mirando al público preguntó: ¿Ustedes alguna vez no se sintieron realmente estafados?
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