Circando 1978 soplaban nuevos vientos en la Alemania del Este. De muchas miradas austeras, bajo la guía estricta de los preceptos Marxistas, surgió una voz difícil de encuadrar. Femenina. Demente. Los primeros alaridos punks provenían de Nueva York, con Television y Ramones o Londres con Slits o los mismos Pistols. Un año mas tarde, desde Berlín del Este, sonaron los primeros aullidos de Catharina Hagen con su primer trabajo "The Nina Hagen Band"
Paradójicamente su fama resultó eyectada cuando fue entrevistada para la televisión Austríaca y contó, con lujo de detalles, cómo era conveniente masturbarse.
Fué bautizada como la madrina del punk. Con un puñado de discos en su haber su popularidad fue tan fugaz como su ahijado. Ya entrado el nuevo milenio se dedica, junto a otras personalidades tan disímiles como Pamela Anderson, a la defensa de los animales y en contra del uso de pieles. Tal vez mañana sea tarde, pero no estaría nada mal en estos tiempos en donde se homenajea a todo bodrio pasado brindarle el reconocimiento que se merece.
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