El implacable,
de manos pulcras y fineza intelectual.
El que ofrenda en sus rezos
la miseria ajena y no sus pecados.
El que con sus limosnas
se gratifica y enorgullece.
Él, que defiende sus teorías macroeconómicas
con lenguaje indescifrable.
El señor apostólico Romano
es quien estuvo al mando (ya no)
y la gente honesta sigue siendo muy ingenua
en una sociedad impregnada de sífilis.
Lo Peor de una Mala Semilla -NDD- Editorial Dunken - 1999
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