Coopertoners

lunes, 28 de enero de 2013

El mismo rito, la misma tragedia.

La tragedia ocurrida recientemente en la ciudad de Santa María, Brasil, no ha sido la primera de tal magnitud ocurrida en un recital. A continuación, un breve repaso de accidentes fatales en conciertos.

The Who: Cincinnati (1979)


Los 70 fueron testigos de los primeros conciertos multitudinarios, muchos de ellos en espacios que no estaban diseñados para tanto público. Un terrible ejemplo fue el concierto de The Who en 1979, en el Cincinnati's Riverfront Coliseum. 18.500 fans acudieron para ver a la banda británica, pero las localidades no estaban numeradas. Resultado: al abrir las puertas, una marea de personas irrumpió en el recinto, matando a once personas en la estampida.

Great White: Rhode Island (2003)



El club West Warwick de Rhode Island fue testigo de esta tragedia. La banda Great White había llenado el local por encima de su capacidad, ofreciendo un gran concierto hasta que se activaron los fuegos artificiales. Las chispas prendieron fuego en un espacio reducido, convirtiendo el club en una trampa mortal que se cobró la vida de cien personas.

Pearl Jam, Dinamarca (2000)



Es una regla básica: cuanto más público tiene un concierto, mayores son los riesgos. Así se demostró en el concierto de Pearl Jam en el festival de Roskilde del 2000, con 50.000 asistentes. El público del final del escenario se quejaba de que no escuchaba a la banda, por lo que comenzaron a empujar a las personas delante de ellos. Esto creó una ola de tal presión que once personas murieron asfixiadas. A raíz de este incidente Eddie Veder estuvo a punto de disolver la banda.

Love Parade: Disburgo (2010)



21 personas fallecieron durante una estampida humana en Dusimburgo, ciudad de Renania del norte-Westfallia (Alemania), en el festival de música electrónica Love Parade, organizado en 2010 bajo el lema "El arte del amor". Al menos otras 511 personas resultaron heridas.


Festival de Musica Country, Indiana. (2011)


Era una fiesta. Terminó en tragedia. En pleno concierto de música country en Indiana, Estados Unidos, una repentina tormenta provocó la caida del escenario. El saldo: 5 muertos, entre ellos, un niño de 7 años; y 47 heridos.

Callejeros: República de Cromagnon, Buenos Aires (2004)




Una trampa mortal. En eso se convirtió la populosa discoteca porteña República Cromagnon luego de que un incendio, producido por una bengala, dejó el saldo de 175 muertos y más de 600 heridos, incluidos niños y bebés, arruinando la vida de cientos de familias argentinas en la víspera de Año Nuevo.



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