Coopertoners

lunes, 6 de diciembre de 2010

Microficciones


Al andar por la noche se sueña despierto. Se destraban modalidades que bajo los rayos del sol se juzgan impropias, agresivas. La noche tiende a sucumbir en sexo cuando se lo busca. Pujas de oferta - demanda y gustos de los mas variados. No anidan en ella la santa pacatería de los viejos/as que miran con recelo tanta libertad expuesta fuera de sus celdas. La carne es débil cuando los faroles iluminan el empedrado húmedo que sirve de pista para la danza mas bella que jamás halla existido. Si llueve mejor. Algunos perros a veces son testigos de la infidencia. Suenan las sirenas en busca de un cuerpo. Un cuarto explota de polvo fraudulento y no les miento si les comento que en ese momento, augurando un presagio que añoraba hace tiempo, salí en busca de lo que creía que me correspondía. Eran las tres de la madrugada y, entre pitadas profundas y pasos acelerados, me topé con lo que a mi parecer no era correspondido. "Dame todo imbécil y no me mires a los ojos" -Me dijo.
Lógico, entre tantos sueños alguna pesadilla siempre se entromete de antemano.

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