Coopertoners

jueves, 5 de mayo de 2011

Puta vida


Será que vi mal la película desde el día en que nací, cuando algunos gritaron tierra y no había mas que agua. Puede que ciertos devotos, amparados en sus credos, me querían hacer sentir lo que en realidad no me movía un pelo.
Crecí bajo un manto de dudas existenciales y, entrado en la adolescencia, afiancé mi ateísmo entre líneas de Nietzsche y Escohotado. A esa altura ya no quería ser uno más, buscaba autonomía, temple, libertad y, por sobre todas las cosas, verdades. Como todo soñador dudé hasta de la misma muerte. La muerte es para los que queman horas en vida al amparo de una dignidad disfrazada de responsabilidad. Ahí es cuando entendí que sólo mueren los que son olvidados fácilmente en cuestión de días, meses o años. Después se evaporan o vuelven a ser evocados por alguna actitud efímera: "Esa pared la había hecho el Tito". Tito = Pared. Después la nada absoluta.
Esas dudas que me desvelaba de chico aún las sigo manteniendo a pesar de formar parte de esta maquinaria eficaz y lobotomizante. Pero trato de cambiar la película día tras día, posiblemente para tratar de que mis hijos no cometan los mismos errores. Sembrar dudas aunque uno pase a mejor vida puede que sea mas redituable que una vida amparada en lujos y comodidades. Si estoy equivocado, creo que nunca lo sabré, lo seguro es la actitud y las ganas de aprender de las caídas. Ya lo dijo mi viejo amigo ya perdido Tincho Espósito: "Máma haceme grande que bobo me hago solo".
¡¡Salud!!

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