Este mundo tan mezquino no amerita de por si demasiados comentarios. Con tener los ojos bien puestos uno ya se da cuenta lo que pasa. Bah, lo aclaro porque pareciera ser que algunos los tienen en la nuca, debajo del pelo.
Ya no se respeta ni a los niños. No hay tecnicismos ni lógicas cuando se bombardea a mansalba por un supuesto bien común. Estamos tan podridos por dentro que otorgamos premios Nobeles de la paz con el fin de poder dormir con la conciencia un poquito mas tranquila. Se nos ha esquilmado la conciencia de tal manera que nos abocamos, lisa y llanamente, a ir y venir por esta vida ahogados en nuestras propias obligaciones. En esos casos surge lo que se llama "el efecto distancia". Si caen toneladas de explosivos a 15000 kilómetros de distancia habrá sido por algo. Reconozco que tengo una cuestión personal con la palabra "algo". Estas cuatro letras no definen absolutamente nada, significan un hecho no concreto, falta de certeza, duda. Es una palabra cómplice de pensamientos idiotas si se quiere "Algo habrán hecho" por ejemplo. Ese "Algo" es el aniquilamiento sistemático que proponen los que manejan a piacere las riendas del globo.
Pero ojo, no nos engañemos, que ese "algo" tan rotundo nace casi siempre de nosotros. Somos tan parte de esas atrocidades (En mucha menor medida, pero parte al fin) como el salame que aprieta el botón del no va mas. No sea cosa que nos demos cuenta demasiado tarde por culpa de leer las obras completas de Paulo Cohelo, que dicho sea de paso, ojalá se vaya al infierno.
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