
Retrofuturismo, esclavitud, sometimiento, rebeldía, revolución. Thea Von Harbou ha sabido conjugar todas esas palabras creando una de las novelas mas representativas del siglo XX. Si existe 1984 de Orwell o mismo el mediocre bolo televisivo de gran hermano, he aquí su musa inspiradora.
"Este libro no es de hoy ni del futuro. No habla de ningún lugar. No sirve a ninguna causa, partido o clase. Tiene una moraleja que se desprende de una verdad fundamental: Entre el cerebro y el músculo debe mediar el corazón".
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